Gracias al empeño de Sagrario Urrea y Ana Gaspar (entre otros) el viernes 25 de abril se llevó a cabo la lectura de los capítulos XXX al LVII de la segunda parte del Quijote en el palacio de Villahermosa de Pedrola. Inauguraron la lectura los alumnos del colegio y después participaron alguno de nuestros alumnos de 3º de la ESO y 1º de Bachillerato. Antes se leyó un pequeño discurso para "inaugurar" esta parte.
Desde 1930, todos los 23 de abril se celebra el Día del libro ya que en esta
fecha, pero del año 1616, murieron dos
genios mundialmente conocidos: Shakespeare y Cervantes. Hoy no es 23 de abril
pero no importa. Cervantes tampoco murió un 23 de abril sino un 22 (23 es la
fecha de su enterramiento) ni tampoco lo hizo Shakespeare ya que en la
Inglaterra de 1616 todavía no se hacía uso del calendario gregoriano, sino del
juliano, por lo que en realidad la muerte del dramaturgo se produjo el 3 de
mayo.
Tampoco el lugar en el que nos encontramos
hoy es el Círculo de Bellas Artes de Madrid donde, desde hace 18 años, se lleva
a cabo a lo largo de casi dos días la lectura completa y continuada del Quijote.
No habrá gente famosa ni grandes personalidades dando su voz a don Quijote, a
Sancho o a Maritornes ni siquiera
iniciará la lectura el último premio Cervantes.
Hoy, estimados asistentes, es viernes 25
de abril de 2014 y esto es el palacio de
Villahermosa de Pedrola. Palacio que, junto a la Iglesia, fue declarado
Monumento Nacional por la Real Academia
en la sesión celebrada el día 17 de noviembre de 1975 y cuyo dictamen
leyó el Excmo. Sr. D. José Camón Aznar. En dicho dictamen se recogen palabras
hermosísimas respecto a este lugar que paso a reproducir:
(…) En el lugar del actual
palacio hubo hasta el siglo XVI una fortaleza. Don Alonso Felipe de Gurrea y
Aragón construyó este edificio a mediados del XVI. Es de ladrillo, de tipo mudéjar,
de dos plantas y sobrado, con rejería y balconaje de hierro. Sobrio de decoración
en el exterior, como corresponde al tipo palacial aragonés de ese momento, tan
abundante hasta hace unos años en esa región. Por dentro la suntuosidad de los
salones es impresionante. Abundan las tapicerías, los muebles ricos y obras
pictóricas tan importantes como tres lienzos de Goya, dos de Tiépolo y algunos
más modernos, como el retrato de una duquesa por Sorolla. (…)
Es muy importante la
biblioteca, con viejos y abundantes fondos. Y muy singularmente el archivo, con
documentos de la historia de esta Casa tan ligada a los destinos del Reino de
Aragón. Ese palacio, además de la sucesión de alhajados salones, conserva
artesonados salvados de la mansión antigua (…). De la mayor significación
monumental y literaria son otras partes de ese palacio, como el patio y la
escalera.
El patio es cuadrado, con
porche adintelado de columnas dóricas. Y la escalera de tipo imperial, con
doble tramo abocante a una planta abierta en tres arcos con columnas. Los
huecos se hallan decorados con ricas yeserías platerescas. (…)
La importancia de este
palacio en la literatura española es obvia. Aquí se desarrollaron los capítulos
del XXX al LVII de la segunda parte del Quijote. Al entrar en este edificio y
al saludarlo con grandes honores y vertidos pomos de aguas olorosas a Don
Quijote, nos dice Cervantes: «Aquí fue el primer día en que de todo en todo
conoció y creyó ser caballero andante verdadero y no fantástico viéndose tratar
del mismo modo que él había leído se trataban los tales caballeros en los
pasados siglos». Esos veintisiete capítulos del Quijote son quizá los más
esenciales para conocer los ideales y las reacciones emotivas de nuestro
caballero. Basta con recordar la réplica al capellán de los Duques, cuando,
desconociendo las preparadas burlas, lo llama «Don Quijote» o «Don Tonto». A lo
que contesta con comedimiento de su ira el caballero hablándole de los ideales,
sufrimientos y glorias de los caballeros andantes. Y su fidelidad al recuerdo
de Dulcinea, frente a los requerimientos de la desenvuelta Altisidora. Añadamos
que dentro de los muros de este palacio se encuentra el gran jardín donde
tienen lugar los episodios de la Condesa Trifaldi y de Clavileño. La evidencia
del conocimiento de Cervantes de este lugar se acredita en la situación de una
larga plaza rectangular que todavía conserva gran parte de sus porches, pegada
al palacio, que por su estructura creemos que es plaza de torneos, quizá única
en España. Allí es donde se planteó un terrible duelo que terminó con la
rendición —sin pelear— del lacayo Tarsilos. No podemos terminar este relato sin
aludir a ese breve y hermoso canto a la libertad cuando se vio Don Quijote en
pleno campo y fuera del palacio.
Así pues, amigos, como
podéis comprobar nada desmerece este lugar al Círculo de Bellas Artes de Madrid. Tampoco sus lectores porque aquí mismo
tenemos a esas futuras personalidades de las que hablábamos antes, quizás algún
futuro famoso actor y, por qué no, a un futuro premio Cervantes.
Pero
nada o casi nada se consigue siendo un iletrado, un analfabeto, un ignorante o
sin cultura en la definición del diccionario de la RAE. Por eso no dejéis de
celebrar ningún 23 de abril de vuestras vidas aunque no creáis en San Jorges,
en dragones ni en princesas porque en palabras del propio don Quijote a lo largo
de sus andanzas: “No hay libro tan malo que no tenga algo bueno” y “El ver
mucho y leer mucho aviva los ingenios de los hombres”.
Muchas gracias.
Mª José Iranzo Fierros
El 1º turno de alumnos del IES Siglo XXI llegó pasadas las 10:30 y aún pudo escuchar alguno de los fragmentos leídos por los niños del cole.Después fue nuestro turno.
Belia Burgos (3º B)
Sergio Duarte (3º B)
Jorge Bertol (3º B)
Nacho López (3º B)
Grupo de alumnos de 3º y 1º BT escuchando la lectura de sus compañeros
Detalles de la arquitectura del palacio de los duques de Pedrola
Jorge Giráldez (3º C)
Jesús Balaguer (1º BT)
Muchas gracias al Ayuntamiento de Pedrola por hacernos partícipes de esta enriquecedora experiencia.